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Tavern Keeper te invita a cambiar tu espada por una jarra de cerveza y labrarte un legado detrás de la barra. Este encantador simulador de gestión te permite diseñar, construir y dirigir la taberna de tus sueños en un vibrante mundo de fantasía lleno de coloridos personajes y caos impredecible. Desde humildes posadas de carretera hasta bulliciosas tabernas urbanas, darás forma a cada detalle de tu establecimiento y te enfrentarás a cualquier sorpresa que te deparen tus clientes (y el universo).
El juego gira en torno a la creatividad y el control. Diseña tu espacio desde cero, coloca cada pared y ventana, y llénalo de muebles artesanales y decoración acogedora. Cada elemento interactúa de forma dinámica, creando una taberna viva que resulta tan impredecible como gratificante.
El caos nunca está lejos. Pueden producirse incendios, derrames, el personal se descuida y los clientes se alborotan. Tendrás que hacer malabarismos con sistemas como el calor, la suciedad, el ruido e incluso las enfermedades para que todo funcione a la perfección. Se trata de mantener un delicado equilibrio entre los negocios y el caos, pero eso es lo que hace que Tavern Keeper sea tan adictivo.
Más allá de las operaciones diarias, el juego ofrece una campaña rica en historias que se desarrollan en un mundo de fantasía. Conoce a filósofos halfling, inventores orcos, cocineros elementales y otros visitantes inolvidables, cada uno con sus propias historias y problemas. La narración con voces convierte la gestión de la taberna en una serie de aventuras sinceras y a menudo hilarantes en las que tus decisiones determinan el resultado.
Cuando quieras descansar del ajetreo, el modo Diseño del gasme te permitirá dar rienda suelta a tu imaginación. Construye sin límites, experimenta con muebles y efectos de iluminación, y comparte tus creaciones con la comunidad. La libertad de jugar a tu ritmo hace que sea tan relajante o desafiante como tú quieras.
Si alguna vez has soñado con dirigir tu propia taberna de fantasía, este juego es tu oportunidad de vivirlo. Sirve una pinta, barre el suelo, calma a la multitud y construye un hogar para héroes, inadaptados y soñadores por igual.