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Orcs Must Die! Deathtrap es una nueva vuelta de tuerca a la querida fórmula de acción y defensa de torres que combina un brutal combate hack-and-slash con una profunda estrategia roguelite. Los jugadores se meten en las botas de un Mago de Guerra, encargado de contener interminables oleadas de orcos y monstruos desbocados combinando trampas mortales, poderosas armas y rápidos reflejos. Tanto si juegas solo como con amigos, cada batalla exige agudeza mental y acero afilado.
En Orcs Must Die! Deathtrap, tendrás que diseñar elaborados guanteletes de destrucción utilizando desde suelos con pinchos y cuchillas oscilantes hasta lanzallamas y artilugios que desafían la gravedad. El éxito depende no sólo de las trampas que elijas, sino también de cómo las encadenes, colocándolas con cuidado para maximizar el caos y la eficacia. El propio campo de batalla se convierte en tu arma mientras experimentas con sinergias de trampas para aplastar, quemar, congelar y lanzar a tus enemigos de formas hilarantes y satisfactorias.
Pero las trampas por sí solas no te salvarán. El combate juega un papel muy importante, ya que te da el control directo de tu Mago de Guerra en trepidantes batallas en tercera persona. Empuñarás armas cuerpo a cuerpo, desatarás habilidades mágicas y lanzarás ataques a distancia para acabar con las hordas que se cuelen entre tus defensas. Cada encuentro es dinámico, y te obliga a hacer malabarismos entre la lucha práctica y el mantenimiento de tus trampas cuidadosamente colocadas para que funcionen con la máxima eficacia.
El sistema de progresión roguelite garantiza que no haya dos partidas iguales. Entre encuentro y encuentro, mejorarás tus trampas y armas, desbloquearás nuevas ventajas y te adaptarás a modificadores aleatorios que añaden nuevos giros a cada oleada. Los entornos pueden cambiar con los cambios meteorológicos o las condiciones de iluminación, alterando el comportamiento de los enemigos y el desarrollo de tus estrategias. Esta imprevisibilidad mantiene la tensión en cada partida y recompensa a los jugadores capaces de adaptarse sobre la marcha.
Orcs Must Die! Deathtrap también brilla en el juego cooperativo. Hasta cuatro jugadores pueden formar equipo en línea, con una dificultad que varía en función del grupo. Trabajando juntos, podréis combinar estrategias y trampas de forma creativa, convirtiendo el campo de batalla en un patio de recreo mortal de zonas de muerte superpuestas.
Continuando con el encanto característico de la serie, Orcs Must Die! Deathtrap está repleto de humor exagerado, muñecos de trapo basados en la física y el alegre caos de orcos lanzados, destrozados o asados por tus dispositivos. Es un juego que recompensa tanto la planificación cuidadosa como la diversión temeraria, ofreciendo una rejugabilidad infinita a los jugadores que disfrutan combinando la profundidad táctica con la acción explosiva.