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Mafia: The Old Country es una precuela centrada en la historia que devuelve la franquicia a sus raíces en la Sicilia de principios del siglo XX. Ambientado entre escarpadas colinas, fincas aristocráticas en decadencia y pueblos muy unidos, el juego explora la forma más primitiva de la Mafia, mucho antes de su auge en América. Los jugadores se convierten en Enzo Favara, un joven forastero arrastrado a un mundo definido por venganzas, lealtades ligadas al honor y los brutales códigos de un orden criminal emergente.
Alejándose de las bulliciosas ciudades americanas de anteriores entregas, The Old Country adopta un escenario rural del viejo mundo marcado por los vestigios feudales, la agitación política y el desmoronamiento del poder nobiliario. En lugar de representar a la Mafia en su apogeo estructurado y lucrativo, el juego ofrece una visión más descarnada de sus orígenes, centrándose en la tradición, la traición y la supervivencia por encima del capitalismo y la corrupción.
En un cambio importante para la serie, Hangar 13 sustituye la exploración de mundo abierto por una narrativa lineal y bien dirigida, lo que permite un ritmo más agudo y un impacto emocional más profundo. Los jugadores atraviesan entornos interconectados, como núcleos de población, rutas rurales y fincas fortificadas, que se han diseñado para la inmersión más que para la libertad sandbox.
La autenticidad cultural es fundamental, con la lengua, las costumbres, la religión y las supersticiones sicilianas entretejidas tanto en la historia como en el juego. Los detalles históricos, la presentación cinematográfica y el énfasis en la identidad y el poder remodelan el mito de la Mafia, haciendo de Mafia: The Old Country una reinvención moderna de los inicios del crimen organizado.